LOS CABALLOS DEL VINO. PATRIMONIO INMATERIAL CULTURAL DE LA HUMANIDAD.

De mi caballo aprendí que la fuerza se complementa con la nobleza y la lealtad. (Gabriel Oliverio ).

Se trata de un festejo único en el mundo que se celebra los primeros días de mayo en Caravaca de la Cruz. Una fiesta que combina el arte, la competición, la tradición, la convivencia, la historia y el amor por los caballos. Una fiesta que, todo aquel que la conoce, la vive con intensidad y jamás la olvidará.

La leyenda dice que, en el siglo XIII, los templarios estaban sitiados en el castillo por los musulmanes y el agua de los aljibes de la fortaleza se pudrió. Un grupo de templarios logró salir y fue a buscar agua a los manantiales, pero estos habían sido envenenados por los sitiadores. Solo encontraron vino, por lo que cargaron con él varios odres que llevaron en los caballos. Al volver a la fortaleza, tras atravesar de nuevo con éxito las líneas enemigas, bendijeron el vino con la Vera Cruz y se lo dieron a los enfermos, que sanaron, y esparcieron parte del vino por los aljibes, que quedaron purificados. De esta forma pudieron resistir en el sitio, retirándose finalmente las huestes musulmanas. Esta tradición, conocida como los Caballos del Vino, se rememora cada 2 de mayo, cuando las peñas caballistas caravaqueñas engalanan un caballo y eligen a cuatro representantes para correr una carrera en la cuesta de acceso al Santuario de la Vera Cruz.

             Castillo de Caravaca.

Los documentos más antiguos están fechados en 1765, y detallan los gastos del caballo que anualmente preparaba la orden de Santiago, describiendo también su enjaezamiento: “un repostero de paño azul con su fleco y armas reales que se pone sobre la carga de vino, que sube al castillo para el baño de la Santa Cruz. Una bandera de raso liso encarnado con tres orlas y galón de oro al canto, en que esta figura de raso liso blanco por los dos lados la santísima Cruz para adorno del caballo cuando sube dicha carga de vino según costumbre”.

 Caballeros templarios.

Esta fiesta muestra su origen con la ceremonia de la bendición del vino y las flores por la santísima y vera cruz de Caravaca. Las primeras referencias documentales aparecen en el siglo XVII. Desde entonces, han sido evolucionado, hasta mostrarse en la actualidad como un triple concurso repleto de fuerza, belleza y emoción: el de caballo a pelo, donde se valorara la figura y el porte del animal; el de enjaezamiento, que premia la belleza y calidad de las piezas y su adecuación al caballo que lo porta; y el de carrera, donde destreza y velocidad se enfrentan al implacable veredicto de cronómetro. El aspecto diferencial de los caballos del vino es su enjaezamiento, integrando por múltiples piezas bordadas con seda, pedrería y canutillo de oro y plata, elaboradas a mediada para cada caballo, que se renuevan cada año, y cuyo merito será, además de su propia belleza y complejidad, que luzcan perfectas en el animal.

Cruz de Caravaca.

 Enjaezamiento caballo.

RENÉ MAGRITTE. EL MAGO. EL PAN. EL VINO Y LA CARNE.

Pan, vino y carne, crían buena sangre. (Refranero).

René Magritte es el creador de algunas de las imágenes más conocidas del siglo XX y el responsable de que el concepto de “manzana” esté tan vinculado a los ordenadores (es por su manzana verde que Paul McCartney nombró Apple Corps a su compañía, nombre que inspiró a Steve Jobs para crear Apple Computer). El pintor belga trató temas como la metamorfosis y la diferencia entre realidad y obra, incidiendo en las incongruencias creadas por el imaginario colectivo. El interesante autorretrato El mago, que recuerda al también surrealista Max Ernst, muestra al artista con alimentos tan comunes como el pan, el vino y la carne, y tiene la particularidad de ser a la vez estático y dinámico, ya que los brazos generan sensación de movimiento. Un conflicto que gustaba al belga, que defendía que todo lo que vemos oculta siempre otra cosa.

Es posible que Magritte con este ilusionismo quiera plasmar los superpoderes del surrealismo. Con la elección de estos tres alimentos, que se han considerado como básicos dentro de la alimentación y que, por tanto, son necesarios para mantenerse en buen estado de salud. Se erige en “El mago”, donde se le ve comiendo a cuatro manos. Una le sirve para poner el vino en el vaso, otra la utiliza para ponerse el pan en la boca y con las otras dos corta la carne. Se trata de servirse de sus “superpoderes para alimentarse”.

BALUT. EL FETO DE UN PATO.

El que quiere de esta vida todas las cosas a su gusto, tendrá muchos disgustos. (Francisco de Quevedo).

El balut es un huevo de pato ya fecundado con su embrión dentro. Este se ha dejado incubar durante aproximadamente quince días, el tiempo necesario para que el embrión adquiera el tamaño necesario, pero aún no haya empezado a formarse el hueso. Se consume cuando ya tiene carne, pero el cartílago es todavía muy tierno. Se cuece de la misma manera que un huevo cocido. Es considerado una exquisitez en Asia y en especial por su alto contenido proteínico en las Filipinas, en China, en Camboya, y en Vietnam. Se tiene la creencia popular de que este plato es un afrodisíaco y es considerado también como un tónico, y se suele vender en muchos países en puestos callejeros. Se suele dispensar acompañado de una consumición alcohólica como una cerveza. En filipino y malayo la palabra balut (balot) significa "envuelto".

La mayoría de los comensales de Balut utilizan un salero para echar algunos granos de sal mientras lo comen, y algunos emplean chili o vinagre como complemento al huevo. Los huevos se preparan cocidos con los fluidos internos del huevo y de esta forma el caldo interno es absorbido antes de ingerir la parte interna, para lo cual se rompe la cáscara ligeramente. El embrión del huevo es consumido por entero. En las Filipinas el Balut ha llegado a entrar en la “haute cuisine” y es servido como aperitivo en muchos restaurantes, donde es servido en adobo, frito en tortilla francesa o incluso como relleno en pasteles.

IL CAFFÈ SOSPESO. UN CAFE PARA EL RESTO DEL MUNDO.

"Quando qualcuno è felice a Napoli, paga due caffè: uno per sé stesso, ed un altro per qualcuno altro. È come offrire un caffè al resto del mondo”. "Cuando alguien está feliz en Nápoles, paga dos cafés: uno para él y otro para otra persona. Es como ofrecer un café al resto del mundo". (Luciano De Crescenzo).

El Café Pendiente (Caffè Sospeso en italiano), es una tradición solidaria originaria de los cafés de Nápoles, localidad ubicada en el sur de Italia, en la cual pagas un café en beneficio de un desconocido que no tiene recursos económicos o que simplemente tuvo un mal día.

Es muy simple: cuando un cliente pide un “caffè sospeso” no paga sólo el suyo, sino que abona dos: el cliente bebe uno y deja el otro “pendiente“. De esta manera, cuando una persona en situación de necesidad entra en el bar puede preguntar si hay un “caffè sospeso” y en caso afirmativo, se le dispensa el café que un cliente ha pagado con anterioridad.

La bebedora de café. Ivana Kobilca.

Pero ¿Cómo nació esta costumbre? La tradición cuenta una humilde ceremonia celebrada en los cafés de Nápoles en el popular Barrio de la Salud, Italia. Cuando un cliente paga después de deleitarse con un exquisito café y quiere aprovechar para conocer nueva gente , a menudo dejaba dinero de más con las siguientes palabras: “È un sospeso” (literalmente, “es un pendiente”). Unos minutos u horas después un curioso aparecerá y preguntará: “¿Hay algún Sospeso para mí?”. “Sí, sí lo hay”, contestará el barista y le servirá un café que lo conectará a nuestro apasionado mundo del café. 

Sin embargo, hay muchas leyendas sobre el origen de esta antigua tradición:

  • La primera hipótesis nos dice que surgió en los bares de Napoles, cuando una persona estaba particularmente contenta o quería festejar o simplemente porque había iniciado bien el día, bebía un café y pagaba otro para alguien que no pudiera pagarlo;
  • La segunda creencia, coincide con la primera en su nacimiento en Napoles, durante la Segunda Guerra Mundial cuando en tiempos muy difíciles la gente que podía permitírselo pagaba dos cafés, uno para sí mismo y otro para quien no podía.
  • La tercera dice que nació de las disputas que surgían entre amigos al momento de pagar la cuenta en un bar, podía suceder que, sin saber bien quién había consumido que, aquel que pensaba que estaba pagando de más decidía dejarlo como un café pagado para otra persona o para sí mismo en la siguiente oportunidad.

La costumbre del café pendiente napolitano, junto con muchas otras, fue descrita por el escritor napolitano Luciano De Crescenzo en una serie de artículos y reflexiones periodísticas a las que dio, precisamente, el título de Il caffè sospeso. Sabiduría diaria en pequeños sorbos.

Un gesto solidario que se a difundido por otras ciudades del mundo como Buenos Aires, Mexico y Nueva York.

EL LIBRO DEL ARTE DE COZINA. FERNANDO RUEDA.

“Es chocante que lo que más temor inspira a los hombres sea aquello que les aparta de sus costumbres.” (Fiódor Mijáilovich Dostoyevski).

Compuesto por Fernando Rueda de la Comisión Andaluza de Etnología del Patrimonio Histórico, en conmemoración del IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. 

En el que se contienen los productos, el modo, las técnicas y las costumbres de cocina en la época de Cervantes, según se lee en sus obras y las de sus coetáneos, y en recetas de los libros de cocina, de las que se da cumplida cuenta, y la interpretación actualizada de las mismas por los cocineros de Gastroarte y amigos


SHOKUHIN SAMPURU. EL ARTE DE LA APARIENCIA.

 “Alcanzarás buena reputación esforzándote en ser lo que quieres parecer.” (Sócrates).

“Shokuhin Sampuru” también conocidos como alimentos falsos o muestras de alimentos, son un modelo o réplica de un artículo alimenticio hecho de plástico, cera, resina o material similar. Estos modelos se usan comúnmente en exhibiciones callejeras de restaurantes en Japón para representar los platos disponibles en el interior. Los materiales utilizados para su fabricación han evolucionado desde los originales moldes kanten y la cera, hasta la resina plástica y moldes de silicona, que dan como resultado auténticas obras de arte que los restaurantes encargan a los artesanos, para lo cual envían sus platos originales a estos maestros del sampuru, y ellos los recrean en sus talleres con una técnica y precisión que tardan hasta diez años en perfeccionar. Utilizando todo tipo de colores y cortes especiales, el resultado muestra fielmente los detalles de cada producto, por minúsculos que sean, haciendo muy complicado distinguir el plato real del artificial.

El Sampuru es frecuentemente usado por los restaurantes tradicionales japoneses para atraer la mirada de cliente, tanto locales como de los turistas occidentales. Los platos así recreados son expuestos en la entrada de los restaurantes o en vitrinas junto con el precio del producto. La costumbre esta tan desarrollada, que existe casi una industria del Sampuru en la que compiten artesanos que realizan productos a la medida y empresas que ofrecen Sampurus "estándares" de platos básicos.

Históricamente, el Sampuru era utilizado en Japón para presentar los platos occidentales poco conocidos por los clientes japoneses. Hoy, casi todos los platos son presentados y sirven como una guía culinaria a los turistas occidentales, a veces poco conocedores de la gastronomia japonesa. La historia se ha invertido.

Si bien existen algunas empresas de fabricación de alimentos falsos a gran escala, otras son pequeñas tiendas con un solo propietario. Se pueden encontrar y comprar alimentos falsos en Kappabashi-dori, la calle de suministros de alimentos en Tokio y también en la calle comercial Doguyasuji ubicado en el distrito Namba de Osaka. Fábricas se pueden encontrar en Gujō (Prefectura de Gifu), considerada la capital de la réplica de alimentos. Iwasaki Be-I es el mayor fabricante de modelos de alimentos de plástico en Japón, fundado por Iwasaki Takizō  en 1932, él fue un hombre de negocios japonés al que se le atribuye la invención del "Shokuhin Sampuru". Sampuru Maizuru Company es otro gran fabricante de los modelos de alimentos y es antiguo.


Iwasaki Takizō  

Situada a tres horas de Tokio, al sudoeste de Takayama, la aldea conocida como 'el pequeño Kioto' por la belleza y el gran número de templos que atesora, es el destino predilecto de quienes desean conocer la cultura nipona a profundidad y sin hordas de turistas alrededor.

Aquí, entre orfebres, herreros, toneleros y carpinteros, se erige una docena de talleres de sampuru. Cada uno puede vender hasta 150 réplicas de distintos potajes. Según relatan los propios artesanos, aunque la industria data de 1917, el boom se habría producido después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la gente se animó nuevamente a comer en la calle.

Hoy en día el concepto sigue siendo el mismo: modelos de alimentos que llenan los escaparates de tiendas y restaurantes, reproduciendo con exactitud el aspecto de sus platos, para ayudar a la gente a elegir qué comer

Gujo Hachiman, el paraíso del "Shokuhin Sampuru".

PREHISTORIA DE LA EMBRIAGUEZ.

“Un hombre inteligente a veces se ve obligado a estar borracho para pasar tiempo con tontos”. (Ernest Hemingway).

El alcohol es esa sustancia que nos hace embriagarnos, esa sustancia que ha estado en la vida del hombre desde tiempos remotos. Podemos afirmar que nos hace balbucear, nos hace ser más impetuosos y nos aturde. No obstante, esta sustancia líquida a lo largo de la historia ha sido también un elemento de sociabilización significativo.  Vamos a desentrañar la función que tenía el alcohol en la Prehistoria y, más concretamente, en la cultura de vasos campaniformes. 


Primeramente, hay que tener en cuenta que cuando hablamos de la Prehistoria nos faltan muchos datos para situarnos en un contexto preciso, puesto que lo único que tenemos son los descubrimientos arqueológicos hallados. Además, estos hallazgos, en su mayoría, se encuentran en las tumbas y enterramientos.

La cultura de vasos campaniformes se establece a partir del 2700 a. C. y tendrá durará hasta el 2000 a. C., aunque habrá testimonios hasta el 1700 a. C. Se desarrollará en el Cacolítico Final, en prácticamente todo el continente europeo. Este periodo prehistórico tiene esta denominación debido a que es cuando comienza a desarrollarse la metalurgia del cobre. El nombre de la cultura proviene de los característicos vasos utilizados con forma de campana. A parte de estos vasos, otros elementos notables de la cultura son brazaletes de arqueros, botones con forma de V o peines. Asimismo, serán los enterramientos de guerreros los que más destaquen, revelando que la guerra se desarrolla en este periodo y que la jerarquización social comienza a estar vigente.



¿Dónde introducimos al alcohol en esta cultura prehistórica? Para el célebre historiador Gordon Childe (1947) los grupos campaniformes empleaban el alcohol con el fin de reducir y controlar a otras poblaciones indígenas. Más tarde Andrew Sherratt (1987) afirmará que realmente utilizaban el alcohol para atraer a partidarios a los poblados. Con esta interpretación el alcohol pasa a ser un elemento esencial de la cultura campaniforme.

Esta última hipótesis sobre el empleo del alcohol es la que más se esgrime para la interpretación de la cultura. Su ratificación se debe gracias a los estudios científicos realizados con los residuos del interior de los vasos campaniformes, donde se han hallado bebidas alcohólicas como cerveza de trigo u otras elaboradas con la fermentación de la pera.

Podemos mantener por lo tanto que durante la cultura campaniforme se realizan diferentes ceremonias utilizando el alcohol. En este caso se pueden incluir desde ritos funerarios hasta ritos para centralizar el poder. Esto revela, por tanto, que la sociedad prehistórica de este periodo tiene ya cierta jerarquización y, por lo tanto, el alcohol es contemplado como un elemento de prestigio. Por otro lado, el florecimiento de esta cultura por gran parte del continente europeo muestra que gracias a ella se expandió también el consumo del alcohol.



Esta última teoría sobre el uso del alcohol es la que más se utiliza para la interpretación de la cultura. Su ratificación se debe gracias a los estudios científicos realizados con los restos del interior de los vasos campaniformes, donde se han encontrado bebidas alcohólicas como cerveza de trigo u otras hechas con la fermentación de la pera.

Bien, podemos afirmar entonces que durante la cultura campaniforme se realizan diferentes ritos utilizando el alcohol. En este caso se pueden incluir desde ritos funerarios (de ahí que en el conjunto de elementos funerarios se encuentren los vasos campaniformes) hasta ritos para centralizar el poder. Esto indica, por tanto, que la sociedad prehistórica de este momento posee ya cierta jerarquización y, por lo tanto, el alcohol es considerado como un elemento de prestigio. Por otro lado, la expansión de esta cultura por gran parte de Europa indica que gracias a ella se expandió también el consumo del alcohol. 



La propagación de la ingesta de cerveza la adaptarían los pueblos nativos a sus prácticas, de ahí que en muchos restos analizados de los vasos se han encontrado también plantas alucinógenas en la mezcla con la cerveza. Esto se debe a que ya durante el Neolítico había tribus que utilizaban este tipo de hierbas. Así que estos pueblos prehistóricos no solamente empleaban alcohol para embriagarse, también combinaban el líquido con plantas alucinógenas proporcionándole una capacidad de embriagar mucho mayor. Se puede vincular acertadamente con la utilidad de las bebidas como elemento principal para los rituales.  Si un miembro de la tribu moría, lo mejor era acercarse a ese mundo donde el raciocinio se disipa para estar más cerca de él en su tránsito a la otra vida. Esta misma estructura de pensamiento se puede ofrecer también para entender por qué se utilizaba el alcohol en rituales para fortalecer redes clientelares.

Como ya hemos mencionado antes, el alcohol era un elemento de prestigio importante. Destinar cierta parte de la producción agraria a la producción de este líquido en vez de utilizarlo para cubrir necesidades alimenticias representa claramente que solo lo podían consumir aquellos que ostentaban el poder.


 

ASSASSIN`S. EL CODICE CULINARIO DE LA HERMANDAD DE LOS ASESINOS.

“El criminal peligroso es el criminal culto”. (Gilbert keith Chesterton).


Este espectacular libro de gastronomía está dividido en diez capítulos, cada uno de ellos dedicado a un miembro de la Hermandad de los Asesinos. Cada capítulo se detiene en la biografía del personaje, en el lugar geográfico donde desarrolla su vida, etc.; después, se presentan cuatro recetas (entrante, plato principal, postre y bebida) con las que preparar un menú completo y totalmente temático. ¡Embárcate en el universo de Assassin' s Creed a través de cuarenta deliciosas recetas!

FIESTA DEL MARISCO DE O GROVE.

"En el mar la vida es diferente. No está hecha de horas, sino de momentos. Se vive según las corrientes, las mareas, siguiendo el sol". (Sandy Gingras).



Desde 1963 se celebra, al llegar el mes de octubre, la “Festa do Marisco” en este, municipio de las Rías Baixas Gallegas. Este evento gastronómico-cultural pone de relieve los pilares básicos de la economía de este pueblo costero: el turismo y la pesca. Ambos conjugados hacen posible que esta fiesta de promoción cultural siga adelante.

El principal atractivo de la Fiesta del Marisco lo representa la posibilidad de degustar los mejores mariscos gallegos a precios populares en un gran recinto abierto, en un entorno marítimo, en el puerto pesquero de O Grove.
En el marco de estas fiestas se resaltan, dos productos estrella de esta zona: el mejillón de batea y el rodaballo de acuicultura. Otros de los manjares que se pueden degustar en esta renombrada fiesta son la nécora y el camarón, o la cigala, ostra, vieira, almeja, percebe, en fin, todos los productos que se extraen de la ría de Arousa

NOOR. LA REINTERPRETACIÓN GASTROCULTURAL DE AL-ÁNDALUS.

"Zyriab comenzó a enseñar a los cordobeses las más complicadas recetas de cocina de Bagdad y les dio a conocer la verdadera distribución requerida por toda la comida elegante.Los alimentos no se debían poner en la mesa de forma desordenadamente, sino siguiendo un orden que comenzaban con las sopas  y los caldos, continuaba con las entradas de carnes y huevos, delicadamente adobados, para acabar con platos azucarados, dulces y tartas de nueces, de almendras y de miel o postres de pasta, perfumados de vainilla  y rellenos de pistachos y avellanas". (Levi Provençal).


Más que un libro de recetas, Noor es todo un viaje a través del patrimonio gastronómico andalusí. El proyecto más ambicioso del chef Paco Morales toma forma en una joya para coleccionistas y amantes de la cocina.

Vivir los fogones desde todos sus ángulos es uno de los grandes placeres que podemos disfrutar como amantes de la gastronomía. La cocina es sabor, color y textura, pero también es diseño, inspiración y todo un punto de encuentro entre culturas muy diferentes. En ella saboreamos productos, sentimos sus aromas, experimentamos reminiscencias y observamos reacciones, como si de un laboratorio se tratara.

Este viaje a través de los sabores de al-Ándalus —una época crucial en la Historia de España—, se produce tras una exhaustiva labor de investigación de procesos y cocciones, más digna de un alquimista que de un cocinero convencional. Tanto es así, que Noor puede presumir de haber cautivado a la crítica especializada y a los amantes de la buena mesa, que ahora tendrán la oportunidad de conocer todos los entresijos del restaurante en el nuevo libro de Paco Morales.

Además de presentar todo un mundo de sabores y contrastes, con imágenes del paso a paso que facilitan la recreación de sus 65 recetas, Morales propone también su contextualización histórica. Con ella podremos averiguar qué se comía en al-Ándalus en las épocas del Califato de Córdoba, de los Reinos de Taifas o de los imperios Almorávide y Almohade.


Paco Morales.

Vivir los fogones desde todos sus ángulos es uno de los grandes placeres que podemos disfrutar como amantes de la gastronomía. La cocina es sabor, color y textura, pero también es diseño, inspiración y todo un punto de encuentro entre culturas muy diferentes. En ella saboreamos productos, sentimos sus aromas, experimentamos reminiscencias y observamos reacciones, como si de un laboratorio se tratara.

EL LAUREL. NACIDO DE UNA NINFA.

“En un mundo superior puede ser de otra manera, pero aquí abajo, vivir es cambiar y ser perfecto es haber cambiado muchas veces”. (John H. Newman).

Apolo y Dafne es una escultura realizada por el italiano Gian Lorenzo Bernini entre los años 1622 y 1625. Pertenece al estilo barroco. Se trata de un grupo escultórico de mármol y de tamaño natural expuesto en la Galería Borghese (Roma).


Cuenta el mito de Apolo y Dafne que Apolo se burló de Eros. Eros, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él y para ello le arrojó una flecha de oro, que causaba un amor inmediato a quien hiriere. Otro disparo hirió a la Driade Dafne con una flecha de plomo, que causaba el rechazo amoroso. Así que cuando Apolo vio un día a Dafne se sintió herido de amor y se lanzó en su persecución. Pero Dafne, que sufría el efecto contrario, huyó de él. Y la driade corrió y corrió hasta que agotada pidió ayuda a su padre, el río Ladón, ya su madre la diosa Gea quienes determinaron convertir a Dafne en laurel. Cuando Apolo alcanzó a Dafne, ésta iniciaba la transformación: su cuerpo se cubrió de dura corteza, sus pies fueron raíces que se hincaban en el suelo y su cabello se llenó de hojas. Apolo se abrazó al árbol y se echó a llorar. Y dijo: «Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las personas en señal de victoria».

La transformación la relata Ovidio en el poema Las metamorfosis. Este mito ilustra el origen de uno de los símbolos típicos del dios, la corona de laurel.

Gian Lorenzo Bernini captura la transformación de Dafne con intensa emoción, retratando las diferentes etapas de sus cambios. Al igual que sucede en otra de sus obras, el Rapto de Proserpina, la obra nos pide que interactuemos con ella: vista desde la espalda de Apolo, la figura de Dafne queda oculta, mostrándonos sólo el árbol en que se transforma, de modo que girando alrededor de la estatua tenemos una visión en el tiempo de la metamorfosis de la ninfa. La contraposición de los elementos y el uso del claroscuro reflejan la fuente de la escultura helenística de la que bebe Bernini. También en el periodo helenístico existía esta percepción de Apolo como un muchacho andrógino, joven y delgado, con un peinado casi femenino, aspectos representados también en esta estatua.


Aunque Apolo predicaba la virtud griega de la Sofrosina, la moderación y la sobriedad, esta estatua le muestra persiguiendo desesperadamente a su amor, en vano. Esta escultura se inspiró en el Apolo Belvedere de Leocares. La composición se realiza en plano-relieve, encontrándose llena de dinamismo y difuminación. El grito de horror de Dafne y el rostro perplejo de Apolo nos muestran un contraste de actitudes y aspectos que reflejan el interés por la representación de las esculturas. Esta preocupación por la expresividad muestra una gran utilización del pathos (capacidad del personaje de mostrar sus sentimientos). Dafne parece desconocer su transformación según mira hacia atrás por encima de su hombro, con los labios entreabiertos por el miedo. Su repentina detención, a consecuencia de su transformación, muestra el cabello de Dafne inmortalizado mientras gira. Mientras, Apolo se muestra estupefacto, no puede creer lo que ven sus ojos.

Bernini utiliza una composición abierta, figura tridimensional que permite la visión espacial de todos los ángulos de la escultura, con una gran línea diagonal que otorga a la escultura un gran movimiento y dinamismo a todo el conjunto, especialmente en los ropajes ondeados y en el cabello de Dafne. La posición cercana de los personajes otorga a la obra estabilidad.



FUGU O PEZ GLOBO MORTALMENTE EXQUISITO.

“La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos.” (Antonio Machado). 

Todo japonés sabe que un pez globo mal elaborado podría ser su última comida. Pero pese a ello, les deleita ese pez, conocido allí como fugu. Una tradicional expresión japonesa dice: "Fugu wa kuitashi, inochi wa oshishi", que viene a significar "quiero comer fugu, pero no quiero morir".

El fugu se ha consumido en Japón durante siglos. Se han hallado huesos de estos peces en diversos concheros llamados kaizuka del periodo Jōmon de al menos 2300 años de antigüedad. El shogunato Tokugawa prohibió el consumo de fugu en Edo y su área de influencia, pero volvió a popularizarse cuando el poder del shogunato se debilitó. En regiones occidentales de Japón, donde la influencia del gobierno era menor y el fugu más fácil de pescar, se desarrollaron varios métodos de preparación para consumirlo con seguridad. Durante la era Meiji  el fugu fue prohibido de nuevo en muchas zonas de Japón. También fue la única delicia prohibida oficialmente al emperador de Japón, por su propia seguridad. 

La línea que separa la vida de la muerte depende de la manera en que se corte el pescado. Especialmente mortales pueden ser el hígado y los ovarios, que tienen la letal tetrodotoxina, la TTX. Pero entre los más de veinte tipos de fugu que existen y pueden comerse, existen diferencias.

La cantidad de veneno que contiene y en qué parte se almacena depende del tipo de fugu y de la época del año en que se lo consume. Especialmente demandado es el torafugu, el pez globo tigre. Su porte es mayor que el de los otros y simplemente, sabe mejor, es el rey del fugu. 

En la mayor parte de Japón los cocineros necesitan tener un permiso específico para poder elaborarlo. En Tokio las ley y normativa legal es especialmente exigente. Se necesita haber trabajado por lo menos dos años bajo las órdenes de un cocinero de fugu experimentado antes de poder hacer el primer plato. Asimismo, como la basura que genera resulta tóxica se recoge en contenedores herméticos. El aprendiz necesita de dos a tres años de práctica antes de poder someterse al examen oficial. Éste consiste en una prueba escrita, un test de identificación de peces y una prueba práctica consistente en preparar fugu y comerlo. Solo un 35% de los candidatos supera el examen. Esto se debe a la complejidad del proceso de examinado, en el que un pequeño error de cálculo termina en fracaso o, en casos extremadamente raros, en muerte. Debido al riguroso proceso, suele resultar seguro comer fugu preparado adquirido en restaurantes y mercados. Además, la mayoría del fugu vendido actualmente procede de ejemplares que solo tienen una pequeña cantidad de toxina.

La ingesta de su veneno tiene efectos sobre el sistema nervioso. En primer lugar, se siente una serie de sensaciones de paralisis de los músculos de la víctima que permanece totalmente consciente y finalmente muere por asfixia. Actualmente no hay antídoto conocido, y el enfoque médico estándar es intentar apoyar los sistemas respiratorio y circulatorio hasta que el veneno se elimina.

 El fugu se sirve como sashimi y chirinabe. Algunos consideran el hígado la parte más sabrosa, pero es también la más venenosa y servir este órgano en restaurantes se prohibió en Japón en 1984. Debido a que el fugu es mortalmente venenoso si se prepara incorrectamente, se ha convertido en uno de los platos más célebres y notorios de la cocina japonesa.


COMIENDO EN HUNGRIA. EVOCACIÓN DEL BUEN COMER.

“Vinimos aquí a comer. Y nos dirán: ¿y por qué no a pensar, a filosofar, a estudiar? Todo eso lo hacemos y lo hicimos. Pero lo callamos”. (Pablo Neruda).


Transcurría la década de los sesenta cuando el poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) y el novelista guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1899-1974) compartieron el privilegio de viajar a la capital de Hungría en compañía de un premio nobel de literatura, aunque en aquel momento ninguno de los dos lo sabía: Asturias lo sería dos años más tarde y Neruda debió esperar hasta 1971.

Como resultado de aquel viaje, ambos autores hispanos escribieron un libro conjunto: "Comiendo en Hungría", publicado por primera vez en 1969. Pero en la creación de estos dos grandes escritores no es infrecuente la alusión gastronómica, una expresión cultural por la que los dos sentían el sincero reconocimiento.

Esta singular pareja nos narra, sucediéndose los autores y alternándose la prosa y el verso la experiencia de su visita a Hungría, y muy especialmente a Budapest, vista desde los ventanales de sus mejores restaurantes, entre el bullicio de csárdas y borharapók, a través de sus sabores y aromas culinarios, platos intensos y vinos dorados, suspendidos sobre el Danubio equidistantes entre Buda y Pest.



LADY GODIVA. LA DAMA DEL CHOCOLATE.

"La mejor manera de liberarse de una tentación es caer en ella". (Oscar Wilde).


¿Quien es esa dama desnuda que se pasea a lomos de un caballo en el logotipo de los bombones más prestigiosos del mundo y ha inspirado su nombre?. Con más de 600 Boutiques en su propiedad y con presencia en más de 100 países en todo el mundo, Godiva se ha convertido en una marca global premium en los últimos 90 años. Pero antes del reconocimiento mundial, Godiva fue y sigue siendo la historia de una excepcional familia belga cuya pasión por el chocolate los llevó a la grandeza.

La familia se inspiró profundamente en la leyenda de Lady Godiva y nombró a la compañía en su honor. Los valores asociados con Lady Godiva, tales como la audacia, la generosidad y un espíritu pionero, todavía influyen en la ética de Godiva en la actualidad.

Cuenta la leyenda que cuando Lady Godiva, esposa de Lord Leofric, protestó contra los impuestos de sus súbditos, se llegó a un acuerdo: Lady Godiva viajaría por las calles de Coventry, "vestida nada más que con sus largos cabellos", y si la población permanecía en sus casas, con las puertas y persianas cerradas, se reducirían sus impuestos. A la mañana siguiente hizo su famoso paseo, los ciudadanos gentilmente se quedaron dentro y Leofric cumplió su palabra reduciendo los impuestos. Lady Godiva se ganó los corazones de muchos y su leyenda ha continuado profundizándose a lo largo de los siglos.

En ninguna parte está más simbolizada su pasión, pureza, sensualidad, estilo y audacia que en una tentadora caja de chocolates Godiva que, a su vez, seguramente conquistará los corazones de quienes los prueben.


Lady Godiva. (John Maler Collier).

EL QUE TRABAJA LA TIERRA.

"La vida del agricultor es la mejor calculada para la felicidad y para las virtudes humanas." (Jenofonte de Atenas).

Muchos de los acontecimientos y de  nuestras celebraciones se producirán en torno a una mesa, y con toda seguridad estará repleta de ricos alimentos que salvo excepciones tendrán un origen agropecuario. Pero, ¿nos hemos parado a pensar quienes son los verdaderos artífices de que esto pueda suceder? Podremos creer que el esfuerzo de nuestro trabajo lo ha hecho posible o tal vez los innumerables lugares donde podemos adquirir dichos productos lo hacen viable, sin pararnos a considerar que los verdaderos responsables son en su mayoría pequeños y humildes agricultores y ganaderos. Es por todo ello que en nuestro reconocimiento no podemos ni debemos renunciar jamás de nuestros orígenes y el de muchos de los que leamos hoy este artículo se encuentra aún en la tierra, en el campo. No debemos olvidar que la generación de nuestros abuelos era eminentemente rural o lo que es lo mismo, en su gran mayoría, agrícola. Es por lo tanto nuestra obligación no permanecer indiferentes a la agonía y desesperación de ese sector primario.


Cosecha de trigo sarraceno, verano. Jean-François Millet (1814 –1875).

Nuestro país se está quedando sin agricultores y ganaderos porque su profesión aparte de no estar socialmente reconocida, especialmente por la población urbana y los poderes públicos, no es económicamente rentable. El principal trabajo de los agricultores es la producción de alimentos. Para ello se sirven de tradiciones antiguas a las que suman ciencia y modernas tecnologías con el fin de brindarnos una seguridad alimentaria, concebida ésta como el derecho que todas las personas tenemos al acceso material, social y económico a alimentos suficientes, buenos y nutritivos que solventen nuestras necesidades de energía y preferencias alimenticias para llevar una vida activa y sana. Hay seguridad alimentaria en una sociedad cuando ésta beneficia a todos sus miembros, tanto consumidores como productores, siendo éste un objetivo deseable al que todo estado debe aspirar y al que actualmente parece que está renunciando nuestro país. Además desde la perspectiva de la calidad de los alimentos que compramos, ocurre otro tanto; no han sido pocas las alarmas que han surgido últimamente en este mundo globalizado, aceite de colza, vacas locas, gripe aviar, gripe porcina, etc. Para que esto sea posible, los agricultores deben tener un grado cada vez superior de conocimientos específicos tanto en la gestión del suelo como medioambiental, siendo necesario para ello un amplio repertorio de capacidades. El agricultor, cualquiera que sea la actividad agraria que realice, es un ciudadano que, como autónomo, tiene unos derechos sociales muy reducidos, no dispone de vacaciones, ni de días libres semanales como el resto de trabajadores y su pensión de jubilación es muy moderada. Y para remate de todas sus desgracias, los alimentos que produce tienen un precio en origen bastante inferior al que paga el consumidor final, con lo cual sus rentas están muy por debajo de la media nacional.


Productores de patata. Jean-François Millet (1814 –1875).

Tenemos que entender que más allá de la seguridad alimentaria la función del agricultor es múltiple, no limitándose a la producción de alimentos, sino que también conlleva otra serie de trabajos vinculados con su entorno. Dichas funciones recogen lo que podríamos señalar como elementos no comercializables de la actividad agraria, y en la mayoría de los casos no percibidos por el resto de la sociedad. Por razón de su trabajo mantiene limpio y protegido el medioambiente facilitando el ocio a las poblaciones urbanas. Su trabajo nos proporciona un enorme ahorro en los presupuestos dedicados a la conservación de nuestro patrimonio natural. La actividad agraria contribuye de una manera considerable en el paisaje, elemento fundamental en el turismo de interior. Igualmente tiene una dimensión evidente de sostenibilidad social, erigiéndose en estos momentos de crisis como freno a la destrucción de empleo, se ha mostrado incluso como destino de acogida para trabajadores provenientes de otros sectores, convirtiéndose en un núcleo estable de actividad económica y mantenimiento de empleo. Finalmente, contribuye al equilibrio demográfico entre zonas rurales y urbanas impidiendo con ello la erosión y desertización de grandes zonas, factor esencial en la lucha contra el cambio climático y en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, problema tan en boga actualmente.


Vendimia en la Ribera del Duero. José Vela Zanetti .

Cabe preguntarse por qué estas múltiples funciones no repercuten en las rentas de sus verdaderos autores. En definitiva, produce alimentos que se comercializan en el mercado y por los cuales obtiene unos beneficios, pero al mismo tiempo genera otra serie de provechos a la sociedad que nadie compensa porque no son comercializables. Es por ello que el agricultor debería de tener un respaldo económico especial si pretendemos que siga cumpliendo tales trabajos. Y por esta labor social el sector público debe asegurarle no solo unas rentas, sino un reconocimiento explícito. Realizadas las anteriores reflexiones, pensemos que la agricultura ejerce un papel, aunque relativo, importante en la economía globalizada, imprescindible para la sociedad, no sólo por la necesidad de alimentar a la humanidad, sino para favorecer la conservación de la naturaleza y de la vida en el planeta. Logrando a sí mismo un papel protector de la condición humana y de la subsistencia de valores heredados desde hace generaciones que mantienen a los pueblos más cohesionados y vinculados a la tierra. De esta manera nuestros hijos y los hijos de estos, al tiempo que progresan en desarrollo y tecnología, también lo harán en su escala de valores no estando basada en el individualismo, ni en el consumismo, sino en la solidaridad y en el apoyo mutuo entre los pueblos.

EL RELOJ. JUAN GRIS. EL CUBISMO DE UNA BOTELLA DE JEREZ.

"Existe más historia que geografia en una botella de vino". (Jean Kressmann).


El Reloj. (Juan Gris).

En 1912 Juan Gris sitúa una botella de Jerez en su obra El Reloj. Un collage al óleo sobre lienzo que pone de manifiesto la popularización que tuvo el Jerez fuera de nuestras fronteras en la cercana Francia, a comienzos del siglo XX.
Da igual la marca o tipo de vino, es de Jerez de la Frontera, con eso es suficiente, y más viniendo de unos de los principales representantes del Cubismo Sintético quien, como la mayor parte de los artistas que emigraron a París, pasaría adversidades por conseguir un lugar en las galerías de arte más vanguardistas.
El Reloj, realizado en París en 1912 supone un punto de inflexión en su trayectoria como pintor cubista. Hasta esta fecha su obra recreaba las experiencias compositivas que se venían desarrollando en el estilo desde 1906. Un mundo geométrico y reconocible, de luces y sombras monocromas, que poco a poco va a ir sintetizándose, gracias a la fragmentación de las figuras, cuyas siluetas comenzarán a compartir entre ellas áreas interrelacionadas.
En esta obra, como herencia del Cubismo de Braque, introduce por primera vez la literatura como elemento del collage; dos fragmentos de poemas de Apollinaire que tratan sobre el paso del tiempo y el amor perdido. Junto a otros elementos de carácter realista como el reloj de bolsillo – que da nombre a la obra – o la etiqueta de la Botella de ‘Jerez de la Frontera’, invitan a reflexionar en su conjunto la idea sobra la que tratan los textos.